Hacia 1930 un juguete resucitó. Tomo el nombre frívolo del yoyó y se ubico entre los clásicos. Con el habían jugado los niños de la antigua Grecia.
Durante la Revolución Francesa se divertían también con el los adultos. Pero entonces se llamaba émigrete. Tal vez por su falta de quietud, por la nostalgia del sur cuando se llega al norte y viceversa. Dos discos de madera soldados en el centro.....
Otras teorías apuntan a Filipinas donde se usaba como arma, y de ahí el nombre derivado "del que vuelve" y no llega a Estados Unidos hasta 1929, se dice que los soldados de Napoleón lo usaron para relajarse, tal vez demasiado, antes de Waterloo.
Hoy con filipinos, griegos o franceses aparte, es un juguete intemporal que vuelve ciclicamente al mercado español.
¿Cuando será la siguiente campaña?
Duncan es un especialista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario