HISTORIA DE UNA EMPRESA CON SOLERA.
Para hablar de la fábrica de muñecas se hace absolutamente necesario hablar de su fundador D. José Marín Verdugo, Pepe Marín (1903-1984), como era conocido por todos. Y para contar su historia no hemos visto nada mejor que extractar la que de la misma aparece en el libro "Chiclana ente el Mito y la Verdad", escrito por Félix Arbolí.
"La historia de D. José Marín", al igual que la de todos aquellos que han llegado a triunfar partiendo de cero, es realmente interesante. A los 13 años, y pese a la oposición de sus padres, ingresa en la Academia de Bellas Artes de Cádiz, que ha de abandonar cuatro años más tarde para ayudar a su familia en el modesto negocio que poseían. Pero el joven Marín no descuida en ningún momento sus aficiones, a las que dedica sus momentos libres. En aquellos tiempos, ni sus propios padres comprenden esas "extrañas" inclinaciones de su hijo. En 1922 toma parte de una exposición de Bellas Artes y obtiene su primer Diploma y la unánime felicitación de sus antiguos profesores y compañeros. Posteriormente, mientras cumple el servicio militar en Madrid, se dedica al estudio artístico, visitando asiduamente los distintos Museos y haciendo acto de presencia en cuantas exposiciones se celebran.
Finalizada la vida militar, regresa a Chiclana. En 1926, vuelve a presentarse en una exposición de Bellas Artes, con un trabajo titulado "Bodegón" que aún conserva el Museo de la citada Academia. Chiclana, sin embargo, carece del ambiente necesario a su formación artística. No había campo para llevar a feliz término sus deseos. Si quería llegar a algo en la vida como pintor que era su primitiva meta, tenía que lanzarse a la aventura, irse a Madrid. El panorama que se le presenta en la Villa del Oso y del madroño, es fácil de adivinar: dificultades continuas, una existencia económica bastante escasa y hasta alguna que otra jornada, más o menos prolongada, de hambre y angustias. "Incluso noches que me acosté sin haber podido comer nada". Pero ningún obstáculo puede detener su firme decisión de triunfar con su arte y vocación.
En Madrid se encuentra con una gran cantidad de artistas, todos "queriendo ser algo" como él. Se reunían en la Puerta del Sol, en un fraterno cambio de impresiones, pero sin grandes perspectivas para el futuro. Este incierto horizonte le induce a buscar nuevas ideas artísticas con las que poder "industrializar" sus conocimientos y habilidades de una forma más segura y productiva. Y en esta nueva orientación de su arte, nacen sus muñecas. Lógicamente las dificultades económicas por las que atraviesa repercuten considerablemente en sus primeras creaciones madrileñas. Hasta llegar al diseño ideal y darle forma a sus fantasías artísticas, debieron transcurrir noches en vela y jornadas agotadoras; incluso momentos de vacilaciones ante el temor de no poder ver finalizada su empresa. Pero vencidos los obstáculos, el ambicioso proyecto, sus quiméricos sueños, se convierten en espléndidas realidades. Y el más feliz día de su vida, es fácil suponer, es aquel en que puede vender personalmente sus tres primeras muñecas en la Plaza Mayor; todas las que había hecho en plan experimental, aunque poniendo en ellas un cariño y una paciencia inagotable. Piensa que lo más razonable es regresar a Chiclana y bajo la protección familiar reanuda lo que había empezado. Así lo hace.
Corría el año de 1928. Sus primeros mercados se limitan a Cádiz, San Fernando y los pueblos cercanos, pero nadie quiere tomarle consideración "¿Muñecas de Chiclana?" –le dicen- ¡Pero si allí solo hay vino! "Nosotros las traemos de Barcelona.." Su decepción debió ser enorme. Cualquiera en su situación hubiera desistido. Marín, sin embargo, no se da por vencido y continúa insistiendo. Al fin, su constancia, la enorme fe que tiene en sus gitanillas, logra el milagro. Empieza vendiendo seis, luego diez; más adelante amplía su mercado a Sevilla y en un nuevo empuje, llega hasta Madrid. La contaste demanda obliga a admitir chicas colaboradoras en la fabricación a gran escala, en el año 1932.
Casi sin darse cuenta sus muñecas van haciéndose populares en todas partes, gracias a ese sello personalismo, inconfundible, que nadie puede ni podrá igualar. En un principio fueron exclusivamente flamencas con sus vistosos revuelos de volantes, durante la guerra, al quedar aislada en zona nacional, su imaginación creadora lanza nuevos modelos basados en los elementos que han tomado parte en la contienda: falangistas, requetés, legionarios, enfermeras, etc. Pero las gitanas continúan acaparando el mercado. Muchos periódicos nacionales y extranjeros han dedicado sus páginas a este artista indiscutible al hablar admirativamente de él, han destacado y elegido a Chiclana como de tan excepcional artesanía. Su fábrica ha sido atracción turística constante a través de las numerosas celebridades de rango internacional que la han visitado.
El Diario ABC de Sevilla, de fecha 25 de Agosto de 1952, decide entre otras cosas, Chiclana embajadora del arte Español, por mediación de Pepe Marín, creador de la genuina muñeca andaluza. Por su parte, el diario "El Comercio", de Lima (Perú), el día 16 de Agosto del mismo año decía: "La gracia, la belleza, el garbo y la majeza de la mujer española, plasmados en las preciosas muñecas de Pepe Marín". Y el semanario español "Dígame", en fecha 26 del mismo mes y año, titulaba un artículo dedicado a Marín de la siguiente forma: " Gran éxito de un artista Chiclanero en el festival español organizado por una casa norteamericana en el hotel Palace de Madrid"...
Como final del artículo y por lo que representa para tan singular artista y la tierra que le vio nacer y triunfar, quiero destacar algunas de las distinciones y trofeos obtenidos: "Diploma al Mérito y Primer Premio de la Exposición de Bellas Artes de CádizCádiz en 1944; Primera Medalla de Plata del Concurso Provincial de Artesanía de Cádiz en 1945; Diploma de 1ª Clase en la Exposición Regional de Artesanía, celebrada en Manresa en 1949; Primer Diploma de Honor al Pabellón Español, por el trabajo de muñequería, en Lima (Perú), en 1953; Primer Diploma de Honor en el Concurso Nacional de Muñequería celebrado a Madrid en 1955 y carta particular del delegado Nacional de Artesanía felicitándole; Segundo Premio del Concurso Provincial de Artesanía de Cádiz en el mismo año; Representante de España en las Exposiciones de Artesanía de Panamá, París, Munich y Frankfurt; Artesano Distinguido por la Provincia de Cádiz, etc... en 1926; Segundo Premio del Concurso Provincial de Artesanía de Posteriormente a la aparición de este libro, "la fábrica" siguió consiguiendo premios y galardones cuya numeración sería imposible, por espacio, de reflejar aquí. No obstante, si queremos dejar constancia de al menos dos de ellos que por su importancia es necesario hacer reseñar; el primero es el Primer Premio Mundial de Muñequería conseguido en Cracovia (Polonia), y el segundo la concesión de la medalla al Mérito al Trabajo concedida por el Estado Español al desde entonces Excmo. Sr. D. José Marín Verdugo.
Por otro lado es también de destacar que creaciones antiguas se hayan expuestas en el prestigioso Museo del Juguete de Cataluña y que sus modelos ya se empiezan a cotizar en el mercado de las antigüedades. A lo largo de la historia de esta empresa que ha paseado antes que nadie el nombre de Chiclana por todo el mundo entero desde 1928, los sistemas de trabajo, los materiales, los modelos de sus creaciones, etc. se han tenido que ir adaptando a las distintas corrientes y gustos del mercado, por lo que uno de los éxitos de esta empresa está basado en la diversificación de sus productos para lo cual cuenta con dos marcas de muñecas bien diferenciadas, la marca Marín que abarca todo el mercado del Souvenirs español y la marca Menta y Canela con unos diseños más actualizados, todas ellas fabricadas en porcelana y que atiende todo el mercado nacional tanto del regalo como del coleccionismo.
Desde la muerte de D. José Marín (1984), todos los diseños son realizados por su hija y continuadora en tan artística labor, Ana Marín, siendo hoy día una de las mejores diseñadoras de muñecas del mundo contando ya con innumerables galardones por su labor al frente de tan importante departamento con unas creaciones que se distinguen por su constante renovación y originalidad en el manejo de los distintos tipos de materiales, así como una visión del mercado que le hace conectar perfectamente con los gustos de los clientes potenciales de sus muñecas.
Nota textual remitida al webmaster por Don Ernesto Marín.
Gracias por tan valiosa Informaciòn, si mal no creo
ResponderEliminarAna Marín también fallecio, tengo muñecas de porcelana
De ella y me encantan.